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jueves, 28 de septiembre de 2017

El nacionalismo nace en las guarderías



Este jueves 28 de septiembre, El Sindicato de Estudiantes catalán, ha convocado una huelga general estudiantil para “tumbar la ofensiva franquista del PP en Cataluña”. En los últimos días, se ha podido apreciar un aumento del adoctrinamiento por parte de las asociaciones educativas catalanas e incluso de políticos como Joan Tardà, diputado de ERC y que con un discurso totalitario, no dudó en amenazar a aquellos estudiantes que no lucharan por Cataluña de ser etiquetados de “cobardes” y “decepción para el pueblo Catalán”


Pero el adoctrinamiento también se está produciendo por parte de algunos docentes catalanes, que no dudan en obligar a los alumnos a hacer la huelga general de este jueves. En varios institutos catalanes, los profesores han dejado claro a los alumnos que han mostrado interés en ir a clase durante el día de la huelga que ni se molesten en ir, puesto que no habrá clase. “La huelga es para luchar por la democracia. Tenéis que ir. No os molestéis en venir porque no pienso dar clase”, dijo uno de los profesores a un grupo de siete alumnos de una misma clase que mostraron en interés en acudir a las clases este jueves. Otros profesores, con una actitud más adoctrinadora, amenazan a alumnos con castigarles con “más deberes” si acuden a las clases.


“Nos dijeron que si vamos a clase el jueves nos castigarán poniéndonos más trabajos que tendremos que entregar la semana que viene”, explica un estudiante de 17 años y que está cursando 2º de Bachiller. Este acoso y adoctrinamiento hacia los estudiantes también está ocurriendo en la Universidad, donde aquellos que muestran contrariedad hacia al referéndum y hacia la huelga general son criticados, insultados e incluso agredidos por sus propios compañeros. La huelga y las manifestaciones tendrán lugar a las 12 horas en Barcelona (Plaza Universitat) y Tarragona (Plaza Imperial Tàrraco).




martes, 19 de septiembre de 2017

La mayoría catalana... calla!

@MuyLiberal
José Ortega y Gasset en su famoso discurso de mayo de 1932, en las Cortes, sobre el Estatuto de Cataluña, en el que dijo aquello de que el problema catalán —el nacionalismo— no se puede resolver, sino que tan sólo se puede conllevar, también habló de esta “mayoría silenciosa” de la que hoy quiero opinar. Ortega dijo entonces: “Esto es lo lamentable de los nacionalismos; ellos son un sentimiento, pero siempre hay alguien que se encarga de traducir ese sentimiento en concretísimas fórmulas políticas: las que a ellos, a un grupo exaltado, les parecen mejores. Los demás… no osan manifestar su discrepancia, porque no hay nada más fácil, faltando, claro está a la veracidad, que esos exacerbados les tachen entonces de anticatalanes ¿Qué van a hacer los que discrepan? Son arrollados.”
Ortega proponía extender el autonomismo a toda España, como fórmula para “conllevar” el problema catalán, pero se confundió. Pensó que concediendo más autonomía el deseo de independencia se aplacaría, y ha ocurrido justo lo contrario. Porque las transferencias han sido utilizadas por ese “grupo exaltado” de independentistas, para aumentar su base social, utilizando fundamentalmente la educación, tergiversando la Historia y amplificando desmedidamente el victimismo. Al mismo tiempo que la progresiva desaparición del Estado en Cataluña ha hecho que los no independentistas se sientan cada vez más huérfanos de ese Gobierno central que ha tratado de aplacar a la bestia alimentándola y haciéndola crecer.
Y así llegamos a la situación actual, en la que tanto las sucesivas elecciones como las encuestas demuestran que los independentistas son minoría. No olvidemos que en las últimas elecciones al Parlament, hace dos años, los partidos que presentaron un programa electoral independentista consiguieron sólo el 47,7% de los votos. Pero esta minoría exaltada se ha adueñado de la calle, donde aparentan representar a toda la población, porque han conseguido encerrar en sus casas a la “mayoría silenciosa” que no se atreve a dejarse ver. Es lamentable comprobar cómo los separatistas no encuentran en las calles una oposición pacífica y democrática. La mayoría tiene miedo a verse perjudicada en sus trabajos, en los colegios de sus hijos, en su convivencia diaria, por la minoría exacerbada de matones del separatismo. Y también sienten que han sido desamparados por quienes han permitido que esto suceda durante años de desidia y cesiones.
Parecen sinceros cuando dicen que hay que ser un héroe para manifestarse pacíficamente con la bandera española por Barcelona, o para reclamar que la selección española de fútbol juegue un partido en Cataluña, por donde no aparece desde hace más de 13 años. O simplemente para exigir una enseñanza bilingüe, o rotular un comercio en la lengua oficial de toda España. Para hacer cosas normales piensan que hace falta ser un héroe en Cataluña y dejan solos a los poquísimos que se atreven a hacerlo. Se han acomodado de tal manera a esa posición de víctimas que ya no son capaces de luchar por lo suyo. Necesitan deshacerse del pánico que les hace invisibles y convencerse de que si actúan unidos, como la mayoría que ciertamente son, no necesitan héroes. Pero alguien debe liderar ese cambio y esa responsabilidad es de los partidos constitucionalistas, todos unidos deben hacer que los golpistas vean que tienen al pueblo en contra, y que no les van a dejar salirse con la suya. Nadie podrá creerse patriota si intenta aprovechar esta situación para sacar provecho electoral. Es necesario que se sepa que quienes eviten este golpe de Estado tendrán nuestro apoyo y quienes lo consientan, nuestro rechazo, que los golpistas noten que la mayoría les rechaza, sin necesidad de un referéndum ilegal.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Republicano busca Reyes...



    La Generalitat de Cataluña emplea las herramientas a su alcance para dar su propia visión incluso de la Historia, poniéndola al servicio de sus intereses independentistas. Así se constata en su propia página web institucional, en la que no dudan en referirse a reyes catalanes, a los que atribuyen una etapa de prosperidad sin igual.Con los reyes catalanes, la corona prosperó y se expandió de manera que sus territorios abrazaban Mallorca, Valencia, Sicilia, Córcega, Cerdeña y Nápoles, se puede leer en el apartado dedicado, entre otros, a explicar la Historia, la Cultura y la Lengua catalana. La denuncia se incluye en un informe elaborado por la Plataforma Aragonesa No Hablamos Catalán, que documenta la manipulación de la Historia contra los intereses de los aragoneses por parte de la Generalitat de Cataluña.

   La Generalitat manipula la Historia y habla de los inexistentes reyes. Las únicas menciones a la Corona de Aragón son, de hecho, despectivas. Así, en otro momento se asegura que el linaje de Guifré el Pelós (Wifredo el Velloso) fue el embrión de la corona de Aragón, al unir su destino con el reino aragonés en virtud de los problemas dinásticos. En otro momento, se adueñan incluso de los almogávares, la infantería de la Corona aragonesa, de quienes se cuenta: En el siglo XIII Cataluña tuvo una de las mejores infanterías del mundo, los almogávares, que incluso fueron contratados para combatir al turco en Constantinopla, donde hicieron oír su grito de batalla: Desperta ferro!. En realidad, se dejan medio grito de guerra en el tintero: ¡Desperta ferro!, ¡Aragó, Aragó! El apartado se explaya en lo que define como resurgir el catalanismo y que sitúa en las guerras napoleónicas, cuando Cataluña es temporalmente segregada por Bonaparte. En el último tercio del siglo XIX se produce un gran resurgimiento del catalanismo en todos los aspectos, prosigue.

   En política, el resultado es la Mancomunidad, la unión de las diputaciones como institución que representaba a Cataluña. Su existencia fue corta, porque en el año 1923 fue abolida por la dictadura de Primo de Rivera. La situación cambia radicalmente con la República y en 1932 se restaura la Generalitat y se aprueba el Estatuto de Autonomía. La Guerra Civil de 1936-1939 y la victoria franquista suponen una larga dictadura, durante la cual son proscritos los signos de identidad y las instituciones catalanas. En otro momento se señala que la democracia restaura la Generalitat, con Josep Tarradellas como presidente. Dos años después, Cataluña tenía un nuevo Estatuto de Autonomía. La vigencia del Estatut coincide con una de las épocas de más desarrollo económico y social de Cataluña. 25 años después se considera que ha llegado el momento de poner al día la norma básica que regía el país. Después de un complejo proceso de revisión y tramitación, el Estatuto se aprobó en referéndum en, añade.

martes, 12 de septiembre de 2017

La Diada pasó de ser festiva a terrorista



@MuyLiberal

Cataluña celebró la Diada el 11-S y rindió homenaje a Rafael Casanova, un rico terrateniente catalán, monárquico austracista, que murió en su casa del Llobregat a los 83 años, amnistiado por los borbones, quienes lo derrotaron el 11 de septiembre de 1714 en la Guerra de Sucesión, en la que Casanova quería para España al archiduque Carlos de Austria frente al Borbón Felipe de Anjou. Casanova había llamado a los barceloneses a “derramar gloriosamente su sangre y su vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España”. Pero perdió. Lo más normal en quienes lleven tres siglos haciéndose las víctimas es celebrar una derrota. Lo que ya no es tan normal es que a la ofrenda floral al rico terrateniente monárquico Casanova acudan sonrientes republicanos como Rufián. Todo muy friki en este teatro del absurdo en el que se ha convertido el antes llamado “oasis catalán. Y es que el catalanismo se sustenta en la mentira histórica, en el odio a los de fuera y en el fomento de un falso sentimiento de superioridad de los de dentro.

Los catalanes celebraron el Día de Cataluña con una gran manifestación por el centro de Barcelona bajo el eslogan ‘La Diada del Sí’. La Diada debería ser la fiesta oficial de Cataluña, no el día de ningún partido político, sino el de todos los catalanes, tanto de los del sí como de los del no, e incluso el día de los catalanes que se oponen a ese referéndum golpista e ilegal, a los que se agredió con ese eslogan en defensa del SÍ. El día en que debía celebrarse el catalanismo se dejó fuera a todos los catalanes que no quieren separarse de España de este modo. Perdió su carácter festivo y se convirtió en una agresión a todos los que se oponen al golpe de Estado.

Y para eso se trajeron al etarra Otegi, para hacer una demostración de fuerza que intimide a todos los valientes que se atreven a discrepar. Después del golpe de Estado del Parlament este 11-S comenzó una nueva fase que llegará hasta el 1O, en la que se pretende ganar las calles, por las buenas o por las malas, enfrentando a los catalanes en dos bandos: los golpistas y los que apuestan por cumplir las leyes. No Tinc Por, el eslogan inventado tras el horroroso atentado islamista de La Rambla de Barcelona, que ya fue pervertido por el PDeCat para defender a sus golpistas, ha sido de nuevo mancillado en la manifestación del 11S. Porque lo que en realidad se pretende es meter miedo a todos los que discrepan.

Las revoluciones no se hacen desde los despachos, sino en las calles y las dirigen los más exaltados. Los de los despachos saben que no se trata de votar, se trata de convencer al ejército, a la Guardia Civil, a los inspectores de Hacienda y de la Seguridad Social, etc., de que se marchen de Cataluña. Y para eso los de la CUP, que son los expertos, se han traído a cientos de anarquistas y antisistemas de toda Europa que empezaron a actuar el lunes, quemando las banderas española, francesa y europea. La Diada terrorista ha sido sólo el pistoletazo de salida. La revolución será en la calle y Rajoy tendrá que hacer uso de la fuerza para pararla. Es hora de empezar a ver también en la calle a esa mayoría silenciosa de catalanes no independentistas, reclamando la defensa del Gobierno, para que se vea que su actuación es demandada y respaldada y que No Tinc Por.

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martes, 5 de septiembre de 2017

Somos 47 millones (2)



En la primavera de 1808, Barcelona, como muchas otras ciudades de España, se encontraba bajo la autoridad de las tropas de ocupación francesas autorizadas legalmente por el rey Carlos IV. A partir del levantamiento del Dos de Mayo, en Madrid, habían ido apareciendo partidas de guerrilleros, formadas por soldados desertores y paisanos armados, que hostigaban a los franceses en cuanto salían al campo abierto. En Cataluña, la resistencia se vio favorecida por la existencia de la Institución del Somatén, nombre derivado del catalán so emetent, hacer ruido, cuyo origen proviene del toque de las campanas de las iglesias para convocar a los vecinos que colaboraban con este cuerpo represivo de carácter para-policial.

La costumbre de movilizar a los vecinos para tareas de autodefensa era especialmente intensa en Cataluña, donde el Somatén había desempeñado un importante papel en la reciente Guerra de la Convención (1793 – 1795). El cuatro de junio de 1808, el general Schwartz partió de Barcelona, con tres mil ochocientos soldados y dos piezas de artillería, tomando el Camino Real que conduce a Lleida y Zaragoza. La noticia se transmitió rápidamente a las localidades por donde debían de pasar, pues las campanas comenzaron a tañer el “toque de somatén” convocando a los vecinos. Aquella tarde los franceses llegaron a Martorell y allí pernoctaron.

Al día siguiente, muy temprano, varios oficiales y soldados del 2º batallón del regimiento de guardias valonas, así como un oficial y soldados del regimiento de infantería suiza “Wimpffen” nº 1 al servicio de España, acompañados de varios centenares de miembros de los somatenes de Manresa e Igualada, se colocaron en la alturas del Camino Real. Los franceses no reanudaron su marcha hasta las seis de madrugada del dia siguiente, debido a la dificultad de caminar bajo la lluvia, y, después de dejar atrás Esparraguera y Collbató, los franceses llegaron al Bruch de Arriba, punto de bifurcación del camino de Manresa y el Camino Real que lleva a Lleida. Allí fueron recibidos por el fuego de los paisanos y soldados que esperaban desde el día anterior. Los franceses, después del primer efecto sorpresa de la emboscada, se organizaron y asaltaron las posiciones de los somatenes, quienes se retiraron y, dándose por satisfechos, iniciaron el regreso a sus casas. El general Schwartz, dado que ya era la hora de almorzar, ordenó a algunos de sus soldados que montaran guardia mientras que el resto de la unidad se preparaba para comer y descansar antes de proseguir el camino. En el camino de regreso hacia sus casas, los somatenes que habían participado en la emboscada se encontraron con un grupo de vecinos de Sallent y un contingente de somatenes de Sampedor, que acudían con cierto retraso a la convocatoria.

Entre estos últimos se encontraba un chaval de diecisiete años que hacía las funciones de tamborilero: Isidro LLusá y Casanovas. Deseosos de no parecer cobardes frente a los vecinos venidos desde otros pueblos, los somatenes de Manresa se dieron la vuelta para volver con los nuevos a atacar a los franceses Por el camino se fueron encontrando a más somatenes y todos subieron a las alturas para volver a disparar a los centinelas y al resto de franceses, que estaban comiendo. Comenzaron el ataque animados por el frenético ritmo marcado por Isidro LLusá, por otro tamborilero y por un corneta, que tocaban incesantemente. La mezcla de disparos, tambores y el repique de las campanas de las iglesias de los pueblos de alrededor le debió de hacer pensar al general Schwartz que se encontraba frente a un levantamiento general, y no frente a unos pocos soldados y un grupo de paisanos pobremente armados y mal organizados. En primer lugar decidió formar un gran cuadro defensivo, manteniendo a raya a unos españoles que no se atrevían a acercárseles.

Después de varias horas de escaramuzas y tiroteos y, bajo el efecto del eco atronador, los franceses comenzaron a retirarse hacia Barcelona. Los patriotas avanzaron detrás, hostigándoles continuamente animados por el ritmo sin descanso de el Tambor del Bruch. Los somatenes de Martorell y Molins de Rei no se animaron a enfrentarse directamente con los franceses en retirada, trataron de incendiar el puente sobre la riera del Abrera y, aunque no consiguieron su objetivo, el puente acabó hundiéndose cuando fue atravesado por unos de los cañones que había sido tomado por los somatenes. Poco más allá, las tropas de Schwartz se encontraron con las fuerzas del general Duhesme, que había salido precipitadamente de Barcelona para auxiliarles. La noticia de la humillante retirada de una unidad del ejército francés ante un grupo de paisanos, adornada por la circunstancia de la actuación del timbaler tuvo un gran efecto en la moral de la población del principado, insuflando orgullo y seguridad en sus posibilidades y sirviendo de detonante para la insurrección generalizada.

jueves, 31 de agosto de 2017

Somos 47 millones


El 2 de julio de 1808 Zaragoza resistía el asedio de las tropas francesas. En una de las puertas de la ciudad, la conocida como del Portillo, una joven de no más de veinte años cogía un botafuego y, por encima de los soldados caídos, encendía la mecha de un cañón. El disparo obligaba a los franceses a batirse en retirada. Agustina de Aragón, con este valiente gesto, se convirtió en un mito. Como ella, muchas otras mujeres lucharon con valentía en la guerra de la Independencia española.

Les guste a los "hispanófobos" o no les guste, Agustina forma parte de nuestra historia común, personas que dieron su vida por defender nuestra patria, nuestra sociedad, nuestra cultura y nuestros valores, y que merecen que su sacrificio no se pierda en un océano de sinrazón y odio alimentado por la mentira.

Somos 47 millones, "som 47 millions", y no estoy dispuesto a que nadie me arrebate a ninguno de mis hermanos.

miércoles, 12 de julio de 2017